En dias de sol y sin tareas...[Sirius]

-Concuerdo contigo, Slytherin siempre al final de todos.-le contesté asintiendo con la cabeza pensando en algo.-Ya sé que vas a decir que no pero... ¿Te apuntas a hechizarle los zapatos a la casa de las serpientes? Será divertido verlos bailar claqué en medio del aula de transformaciones... Además, igual nos dan clases de baile y todo.-añadí guiñándole un ojo con picardía.-Ya sabes que yo no sé bailar, "futura esposa mía".-le dije riendo de nuevo, me gustaba chincharla y decirle que ella se casaría conmigo aunque probablemente eso no pasara nunca.

-Sirius...-le dije en tono de advertencia,tanto para su travesura como para lo del hecho de llamarme su futura esposa.Ya una vez habia tenido que sufrir mucho pro culpa de sus admiradoras por el hecho de llamarme asi en mitad del pasillo cuando pasaba toda esa gente como para que volviera a suceder y si eso ocurria,el que no tendria esposa seria el por que ni hijos podria tener.
-¿Sabes lo que me pasaria si alguien te escuchar llamarme asi?-le pregunte,mientras miraba a ambos lados del puente,para asegurarme de que nadie lo hubiera escuchado-Ademas,sabes que no pasara...somos amigos,¿no?-le pregunte,volviendo a fijar mi mirada en la suya.

-Soy consciente de que intentarían asesinarte o algo peor, pero bueno por soñar no pasa nada, no?-le repliqué con travesura, si, ella y yo éramos amigos, nada más, aunque había que admitir que ella era bien linda. Mejor guardaba silencio de pensamiento. Me relamí los labios que se me estaban secando por el calor. Me volví a apoyar en la barandilla.-Y bien, princesa, aparte de mi nadie más está interesado en salir contigo?-le pregunté con curiosidad, mataría a quien tocase impuramente a mi mejor amiga que era casi como una hermana para mi.

Escuche sus palabras y al ver como se relamia los labios senti el calor en mis mejillas.
¡Siempre me pasaba lo mismo!¡Dios!
Negue con la cabeza ante ese pensamiento y fije mi vista en mis zapatos,a los cuales deberia limpiar un poco pues estaban llenos de un poco de barro por culpa de mis caminatas por el bosque prohibido.
-Que va,paso desapercibida entre la gente,si no fuera por que soy amiga de James y tuya,ni siquiera en clase sabrian quien soy-comente,aunque no me entristecia ese hecho.
Era amiga de James por que le queria,era amiga de Sirius por que le queria...
"Y mucho"-completo mi mente,por si me faltaba el dato.
Y no estaba con ellos por popularidad,auqnue si era cierto que molestaba que te hablaran las chicas solo para saber que clase de mujeres preferian esos dos.

-La gente tiene una hipocresía que no se la aguanta, chica. Son todos unos cabrones que solo se interesan por las clases sociales, tanto en Slytherin como en Gryffindor, en Ravenclaw y hasta en Hufflepuff. Los que destacan se van de populares y los que no se conforman con seguir sus vidas. Y otros no buscan serlo y acaban siéndolo.-le dije encogiéndome de hombros, me jodía mucho la gente que, como los de nuestros cursos, solo se interesaban por la popularidad de una persona.

Si yo iba con los merodeadores es por que me daba la gana hacerlo, no por popularidad, si iba con Lily Evans, lo mismo, si era amigo de Artemis no era por su dinero, y si había salido con Megan no era por que me hiciera los deberes. Y sobretodo, si yo iba con Rose es por que ella realmente me caía muy bien, y era genialosa, se podría decir que la quería demasiado.

-Traquilizate-le dije al ver como empezaba a enfadarse.
Sirius solia ser quizas demasiado facil para hacerlo enojar pero aunque me gustaba que se puesiera asi pues tenia un toque infantil,no me gustaba verlo cabreado como ahora mismo parecia estarlo.
-No me interesa que me vean,siempre y cuando me vean quienes yo quiero que vean-le dije,mientras lo cogia por el bazo y lo hacia mirarme para calmarlo.
Ademas era cierto lo que decia,mientras Sirius y James me vieran...todo estaria bien.

-Nah, yo estoy tranquilo mientras no os pase nada a la gente que me importáis... Y en ese grupo hay poca gente, James, Remus, Peter, mi prima Andrómeda, Lily y tu. Ya está, luego tengo un par de amigos más de los que recuerdo el nombre, pero son una cerebrito y una culebra, así que dudo que sean importantes.-mi contestación no fue tajante dejaba márgenes, pero no importaba en esos momentos.-De verdad, florecilla, nadie podría ponerse en medio de mi visión para que yo no te viese.

Le sonrei ante su ultima frase y no pude evitar darl eun beso en la mejilla antes de abrazarlo por la cintura en modo de agradecimiento.
-Solo espero que cuando te enamores sigas teniendo tiempo para mi,¿eh?-le dije,pensando en ese remoto momento en el que el se enamorase de alguna chica enserio.
Lo habia pensado antes,en las noches donde el sueño no venia hacia mi y siempre me hacia la misma pregunta...
¿Y si su novia le pedia que se alejara de mi?
No sabia si lo haria,quizas si la amaba mucho si pero yo no sabria reaccionar ante eso si me llegara a pasar.

-Oh, vamos, ni siquiera los merodeadores pueden evitar que tenga tiempo para ti.-le contesté recibiendo su abrazo, yo era más alto que ella, eso seguro. Me reí por lo bajo y le devolví el abrazo.-En reaildad no estás tan lejos de quererme y lo sabes, Rose, soy irresistible.-le añadí con una sonrisa pícara mientras me liberaba de su abrazo. Entonces di dos pasos al frente, alejándome de ella y me giré de nuevo a mirarla, le enseñé su varita que le había quitado mientras la abrazaba.-¿La quieres? Ven a por ella!-la reté antes de echar a correr.

Lo mire sin comprender hasta que reconoci mi varita entre sus manos,enfadandome eso mucho.
-¡Sirius,damela!-empece a gritarle mientras le perseguia corriendo justo detras de el,pero por mala suerte el era mucho mas rapido que yo asique me costaba alcanzarle.
-¡Sirius!-volvi a llamarlo-¡Damela!-le ordene,pero sabia que eso no hiba a valer con el.
Maldita sea su...bueno,su rapidez...
-Damela y hare lo que me pidas pero damela-le volvi a pedir,esta vez en un tono masparecido a la suplica que a la orden.

Me acerqué a ella y la balanceé delante de su mirada con lentitud.-¿Qué me das a cambio de ella?-le pregunté con un tono pícaro y sugerente.-Acepto propuestas, hasta qué punto serías capaz de llegar...?-le pregunté de nuevo, enarcando una ceja con exasperante lentitud.